¿Qué es la protección activa y pasiva contra incendios?
A la hora de realizar cualquier infraestructura, es fundamental diseñar y elaborar un plan de seguridad contra incendios que se adapte a las necesidades, características, actividades y riesgos del lugar. Y aunque ese plan se debe personalizar para cada espacio, en todos ellos es esencial contar con soluciones completas de protección contra incendios, tanto activas como pasivas.
Pero ¿cuál es la diferencia entre estas dos categorías? Para responder, debemos empezar por algo fundamental: su definición.
Protección activa contra incendios
¿Qué es la protección activa?
La protección activa contra incendios (PFA) se refiere a todos aquellos sistemas y dispositivos diseñados para detectar, controlar y extinguir incendios de manera directa. Este grupo de medidas busca actuar de forma directa desde el inicio del incendio, alertando a los usuarios de este y actuando sobre él para eliminarlo o reducirlo. Su papel, por tanto, es curativo.
Tipos de protección activa contra incendios
Existen varios tipos de protección activa, entre los que destacan:
- Sistemas de agua: Ideales para grandes áreas comerciales e industriales, donde el riesgo de incendios es elevado. Utilizan agua para extinguir o controlar el fuego, enfriando los materiales y eliminando el calor que alimenta el incendio.
- Sistemas de espuma: Utilizados en lugares donde el agua no es suficiente para apagar el fuego, como en almacenes de productos químicos. La espuma cubre la superficie del líquido inflamable, evitando que los vapores se mezclen con el aire y alimenten el fuego.
- Sistemas de gas inerte: Empleados en salas de servidores y otros espacios donde el uso de agua podría causar daños. Estos sistemas utilizan gases inertes como argón o nitrógeno para reducir el nivel de oxígeno en el aire, sofocando el fuego sin dañar equipos sensibles.
Sistemas de protección activa contra incendios
Los sistemas de protección activa pueden ser muy variados, y cada uno está diseñado para cumplir una función específica en diferentes espacios:
- Sistemas de detección y alarma de incendios: Incluyen detectores de humo, calor y llamas que, al activarse, envían una señal de alarma para alertar a los ocupantes y al personal de emergencia.
- Rociadores automáticos: Sistemas que liberan agua automáticamente cuando se detecta un incendio, ayudando a controlarlo o extinguirlo.
- Extintores portátiles: Dispositivos manuales que pueden ser utilizados por los ocupantes del edificio para extinguir pequeños incendios.
- Hidrantes y bocas de incendio equipadas (BIEs): Sistemas que proporcionan agua de manera manual a través de mangueras conectadas a una red hidráulica.
Protección pasiva contra incendios
¿Qué es la protección pasiva?
La protección pasiva contra incendios (PFP) tiene un papel mucho más preventivo, pues se enfoca en limitar la propagación del fuego y el humo. Este grupo consta de soluciones cuyo objetivo es mitigar las consecuencias del incendio y así permitir que la estructura del edificio resista durante un determinado periodo de tiempo.
Tipos de protección pasiva contra incendios
Los sistemas de protección pasiva contra incendios incluyen varias estrategias:
- Sectorización (compartimentación): Consiste en dividir el edificio en diferentes sectores mediante el uso de diferentes soluciones, lo que impide la propagación del fuego o del humo de una sección a otra.
- Protección estructural: Involucra el uso de revestimientos especiales, como pinturas intumescentes y morteros, para proteger las estructuras portantes del edificio. Estas medidas aseguran que las vigas, columnas y otros elementos estructurales no colapsen durante un incendio, manteniendo la estabilidad del edificio
- Tratamientos ignífugos: Aplicación de materiales ignífugos a componentes inflamables del edificio, como madera y textiles, para mejorar su resistencia al fuego. Estos tratamientos pueden ser realizados mediante aditivos durante la fabricación o mediante recubrimientos aplicados en el sitio.
- Señalización luminiscente: Utilizar señales visibles en condiciones de baja iluminación para guiar a las personas hacia las salidas de emergencia. La señalización luminiscente es crucial para garantizar una evacuación segura y eficiente, especialmente en situaciones de poca visibilidad debido al humo.
Sistemas de protección pasiva contra incendios
Existen varios tipos de sistemas de protección activa, entre los que destacan:
- Puertas cortafuegos: Elementos diseñados para cerrar automáticamente en caso de incendio, evitando la propagación del fuego y permitiendo el paso seguro de personas y mercancías.
- Cortinas cortafuegos: Sistemas textiles que actúan como barreras para contener el fuego y el humo. Son ideales para la sectorización en áreas amplias y permiten mantener los espacios abiertos cuando no están en uso.
- Cortinas de control de humos: Dispositivos que ayudan a canalizar y evacuar el humo generado durante un incendio, mejorando la visibilidad y reduciendo el riesgo de intoxicación por humo durante la evacuación.
- Sellos de penetración: Utilizados para sellar aberturas alrededor de tuberías y cables que atraviesan paredes y suelos cortafuegos, evitando la propagación del fuego y el humo.
¿Con qué métodos de protección activos y pasivos podemos contar?
Para garantizar una seguridad integral contra incendios, es crucial combinar métodos de protección activa y pasiva, siempre teniendo en cuenta las circunstancias de cada proyecto y las necesidades.
En este contexto, Tecnitex se especializa en la sectorización contra incendios con sus soluciones textiles avanzadas, con las cortinas cortafuegos y de control de humos. Estas cortinas son ideales para diversas aplicaciones gracias a la flexibilidad y discreción en su diseño, y su fácil instalación.
Entre sus bondades se encuentra que ayudan a evitar la propagación de las llamas y el humo al resto de espacios, protegen los materiales almacenados y las personas trabajando cerca del área, y minimiza los riesgos en las tareas de evacuación y extinción.
En conclusión, la integración de sistemas de protección activa y pasiva es fundamental para cualquier estrategia de seguridad contra incendios. Al combinar estos métodos, se garantiza la máxima seguridad y protección para todos los ocupantes de un edificio.
¿Necesitas asesoramiento? Hablemos.