18 / 09 / 2024 / Fuego y humos

Claves para implementar la sectorización en edificios históricos

La preservación de edificios históricos frente al riesgo de incendios es crucial para proteger su valor arquitectónico y cultural. Casos como el incendio en la catedral de Notre Dame el 15 de abril de 2019, u otros más recientes como los de la Bolsa de Copenhague este abril de 2024, y la catedral de Rouen el pasado julio han puesto de relieve la importancia de contar con un plan de protección contra incendios que tenga en cuenta las particularidades de estos edificios.

En este artículo, analizaremos los desafíos clave y los espacios que se deben tener en cuenta en un plan de protección contra incendios en edificios históricos.

Desafíos específicos en la protección contra incendios de edificios históricos

La protección contra incendios en edificios históricos requiere un enfoque especializado debido a las particularidades que los distinguen de otras construcciones. A continuación, analizamos los principales desafíos que deben ser considerados. 

Materiales inflamables y envejecimiento estructural

Los edificios históricos suelen ser construidos con materiales como madera, piedra caliza o ladrillo, que se comportan de manera diferente bajo la exposición al fuego. Además, debido al tiempo transcurrido desde la construcción de estos edificios, el envejecimiento natural de los materiales se convierte en un factor importante. La madera, por ejemplo, pierde resistencia con el paso de los años y su combustión puede acelerar el colapso estructural. En el caso de la catedral de Notre Dame, la techumbre de madera fue uno de los elementos más afectados, acelerando la propagación del incendio​. 

El deterioro estructural afecta tanto a los materiales inflamables como a otros componentes arquitectónicos, como la piedra o el ladrillo. Aunque estos materiales no son inflamables, su resistencia disminuye con el tiempo y pueden debilitarse debido a la exposición prolongada a factores ambientales como la humedad o las variaciones de temperatura. En el caso de incendios como el de la Bolsa de Copenhague en 2024, las estructuras de soporte envejecidas y los sistemas de techado debilitados contribuyeron al colapso parcial del edificio. ​

Restricciones arquitectónicas

Uno de los mayores retos en la protección de edificios históricos es integrar sistemas modernos de protección sin comprometer la integridad visual y arquitectónica del inmueble. Las normativas de protección patrimonial prohíben cambios que alteren significativamente la estructura original, propiciando la búsqueda de soluciones que sean discretas o invisibles.

Sin embargo, estas soluciones no siempre son fáciles de implementar. Los edificios históricos, en su mayoría, no están diseñados para integrar sistemas mecánicos modernos, por lo que los espacios limitados en pasillos o techumbres dificultan la instalación de equipos de detección y control de incendios. La conservación de detalles arquitectónicos, como frescos, molduras o vitrales, también supone un reto adicional para la instalación de estos sistemas.

Falta de documentación estructural 

Muchos edificios históricos han pasado por diversas renovaciones y modificaciones a lo largo de los siglos, lo que dificulta tener un conocimiento detallado de su estructura actual, ya que, en ocasiones, algunas de las intervenciones realizadas no fueron documentadas adecuadamente, o los planos originales se han perdido. 

Para mitigar este problema, se utilizan técnicas de escaneo láser y modelado 3D para mapear con precisión la estructura del edificio y detectar posibles debilidades. Estas tecnologías permiten a los equipos de protección contra incendios identificar vulnerabilidades en zonas como techumbres, cimientos y paredes internas

 

Espacios clave que requieren sectorización en edificios históricos

La sectorización es una medida esencial para contener la propagación del fuego en cualquier tipo de edificación, pero en los edificios históricos, ciertos espacios requieren especial atención debido a sus peculiaridades. 

  • Áreas subterráneas y criptas

Estas áreas suelen ser más susceptibles al riesgo de incendio. La falta de ventilación adecuada es uno de los principales motivos. En muchos casos, las criptas y otras áreas subterráneas carecen de sistemas de ventilación modernos, lo que aumenta la acumulación de humo y gases tóxicos en caso de incendio. Además, la ausencia de control de humo hace que estas zonas actúen como trampas de calor, favoreciendo la propagación del fuego hacia otras áreas del edificio.

  • Techumbres y cúpulas

Las techumbres y cúpulas de edificios históricos presentan un alto riesgo de propagación de incendios debido al uso de materiales inflamables como la madera, como se ha visto anteriormente. Además de la inflamabilidad, la altura y el diseño complejo de estas áreas dificultan la instalación de sistemas modernos de protección contra incendios. Estas estructuras a menudo no están diseñadas para soportar cargas adicionales o integrar equipos de extinción, lo que hace imprescindible el uso de sistemas que permitan limitar la propagación del fuego sin alterar la estética original.

  • Zonas de almacenamiento de objetos de valor

En los edificios históricos, las áreas que albergan obras de arte, manuscritos y otros bienes patrimoniales presentan un alto riesgo de pérdida irremplazable en caso de incendio. Además, estos espacios suelen contar con sistemas de control de clima para preservar los objetos de la degradación, lo que puede complicar la instalación de medidas tradicionales de protección contra incendios. 

 

Ventajas de las cortinas cortafuegos y de humo en edificios históricos

Las soluciones de sectorización de Tecnitex representan una alternativa innovadora y eficaz para la protección contra incendios en edificios históricos. Las cortinas cortafuegos y de humo están confeccionadas a partir de tejidos técnicos como la fibra de vidrio ignífuga, que ofrece una excelente resistencia al fuego sin añadir cargas estructurales significativas al edificio. 

Cortina cortafuegos MFB EW-120

 

Además, estas cortinas se diseñan para permanecer discretamente ocultas hasta el momento de su activación, lo que permite mantener la estética original del edificio. Además, su capacidad para sectorizar los espacios y contener tanto el fuego como el humo permite que los arquitectos y diseñadores eliminen la necesidad de instalar muros cortafuegos no portantes, optimizando el uso del espacio y garantizando el cumplimiento de las normativas de protección contra incendios.

Si tienes un nuevo proyecto de esta índole, y quieres saber más sobre las soluciones de sectorización, no dudes en contactar con nosotros.