Inhalación de humo: sus efectos en la salud y las formas de evitarlo
Aunque comúnmente se piensa que lo más peligroso en un incendio son las llamas, el humo también puede ser extremadamente dañino. De hecho, este elemento es la principal causa de muerte en un incendio: solo la intoxicación por inhalación de humo causó el 57% de los fallecidos en este tipo de tragedias en España en 2020, muy por encima de quemaduras (29%), traumatismos (9%) u otras lesiones (1%), según un reciente informe publicado por Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos.
Aprovechando que el 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, presentamos este artículo con el que conocer detalles importantes relacionados con la inhalación de humo y soluciones para evitar o reducir sus efectos.
¿Qué es el humo?
El humo es realmente vapor caliente, pero en un incendio suele venir acompañado de partículas en suspensión y gases tanto irritantes como asfixiantes, dependiendo de los materiales que hayan entrado en combustión. Muchas de estas partículas y gases pueden ser tóxicos y suponen un riesgo importante para los humanos (en mayor o menor medida).
¿Qué efectos tiene la inhalación de humo para nuestra salud?
El humo de un incendio genera diferentes efectos en las personas como daños térmicos por altas temperaturas, irritaciones de elementos externos (como ojos, piel o nariz) por los componentes tóxicos del ambiente, y otros problemas internos provocados por la intoxicación por inhalación.
Esa inhalación puede afectar, de hecho, al funcionamiento interno del cuerpo humano provocando problemas respiratorios importantes por la irritación de las vías respiratorias y los pulmones (como bronquitis o asma). Pero también puede provocar problemas cardiovasculares: algunas partículas son capaces de penetrar profundamente en los conductos pulmonares y entrar en el torrente sanguíneo, afectando a otros órganos.
La gravedad de esa intoxicación por humo dependerá de numerosos factores. Afectará más o menos a las personas dependiendo de si el incendio se produce en espacios cerrados, del historial de enfermedades respiratorias de las víctimas o del grado de toxicidad de las sustancias que hayan surgido de la combustión de materiales. Y también dependerá del tiempo que las víctimas hayan estado atrapadas en el fuego: una exposición a largo plazo al humo puede bajar el nivel de oxígeno al que tenemos acceso y causar desmayos, convulsiones, asfixia, hipoxia e, incluso, la muerte.
Pero ¿cómo reconocer realmente cuando estamos inhalando humo? ¿Existen signos que pueden darnos la voz de alarma? Por supuesto.
¿Cuáles son síntomas más comunes de la intoxicación por humo?
La inhalación de humo en incendios puede provocar dificultad para respirar, pero también otros muchos síntomas que debemos tener en cuenta. Entre ellos, podemos destacar…
- Tos
- Falta de aliento
- Visión borrosa
- Dolor de cabeza
- Dolor de pecho
- Ronquera o respiración ruidosa
- Latidos cardíacos acelerados
- Náuseas o vómitos
- Cansancio, confusión y disminución de reflejos
- O sensación de desmayo
Debemos ser capaces de reconocer estos signos para poder saber que nos ocurre y poder buscar alguna solución en el momento (evitando así los efectos más graves de la intoxicación por inhalación).
¿Cómo podemos evitar los efectos de intoxicación por humo?
Cuando surge un incendio en cualquier instalación, podemos realizar una serie de acciones para esquivar la inhalación de humos o, al menos, reducir sus efectos. Entre todos los consejos existentes, destacamos principalmente 3:
- Permanecer lo más agachados posibles, ya que el humo suele subir y consumir primero el oxígeno de la parte de arriba del espacio.
- Mojar en agua una prenda de ropa y atarla alrededor de nuestra cabeza, tapando los orificios con los que podemos respirar.
- O buscar siempre un sitio abierto y ventilado (y, si estamos atrapados, al menos buscar alguna ventana a través de la cual podamos respirar aire limpio).
Pero además es esencial contar en cualquier instalación con un plan contra incendios completo y robusto que tenga en cuenta sistemas contra humos (como detectores adecuados, sistemas de evacuación de humos como exutorios o aireadores y sistemas de ventilación adaptados a cada lugar). Pero también, y siempre que sea necesario, se debe contar con cortinas de humos en las zonas más complejas.
¿Cómo pueden ayudar las cortinas de humo a evitar la inhalación de humo?
Las cortinas de humos son pantallas textiles cuya instalación en cualquier edificio puede ayudar a….
- Contener las partículas y los gases en el lugar donde se haya generado el incendio, evitando la propagación o la expansión del humo a otras áreas.
- Proteger a las personas que estén en zonas adyacentes, evitando que estos inhalen vapor, partículas o gases potencialmente peligrosos.
- Y mejorar la visibilidad de las zonas aledañas al área controlada, permitiendo la huida de las personas al exterior.
Como vemos, su papel es fundamental para evitar la intoxicación por inhalación de humo. Y además tienen la ventaja de poder adaptarse e integrarse en cualquier tipo de espacio, protegiendo todo tipo de instalaciones. ¿Quieres asesoramiento? Hablemos.