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20 / 03 / 2025 / Fuego y humos

Protección contra incendios en aeropuertos: cómo implementar una sectorización efectiva

Los aeropuertos son infraestructuras complejas donde la protección contra incendios juega un papel crucial. En estas instalaciones, el riesgo no solo reside en los materiales peligrosos que se manejan, sino en la alta densidad de personas y el movimiento constante de aeronaves. En este artículo, profundizaremos en los desafíos específicos, y cómo la sectorización, especialmente con cortinas cortafuegos y barreras de humo, se convierte en una solución clave para garantizar la seguridad.

Riesgos y espacios críticos en los aeropuertos

Los aeropuertos presentan una combinación de áreas de tránsito masivo y zonas técnicas altamente especializadas, lo que requiere soluciones de protección pasiva adaptadas a cada entorno y que tengan en cuenta las características específicas de cada espacio. La sectorización debe considerar tanto los requisitos funcionales de cada espacio, como las normativa locales de edificación y seguridad contra incendios (Building Codes), que varían según el país y la jurisdicción. 

A continuación, desglosamos las áreas que requieren una mayor atención a la hora de desarrollar un plan de protección contra incendios.

Terminales de pasajeros

Las terminales de pasajeros son el centro neurálgico de cualquier aeropuerto, diseñadas para gestionar grandes flujos de personas. Su alta densidad de ocupación y la diversidad de actividades, como facturación, controles de seguridad, embarque y zonas de espera, las convierten en áreas particularmente vulnerables a los incendios.

El riesgo en estos espacios proviene principalmente de su arquitectura abierta, diseñada para facilitar el flujo continuo de personas. Este diseño, aunque esencial para el funcionamiento del aeropuerto, también permite que el humo y el calor se dispersen con rapidez en caso de incendio, dificultando las labores de contención y evacuación. Además, el uso de materiales combustibles en su infraestructura, como equipajes, mobiliario y productos almacenados en áreas comerciales (textiles, aerosoles o plásticos), multiplica las probabilidades de propagación del fuego de manera descontrolada.

La alta densidad de ocupación en las terminales amplifica el riesgo, ya que estas áreas están concebidas para albergar a cientos o incluso miles de personas simultáneamente. En situaciones de emergencia, como un incendio, esta concentración puede ralentizar los procesos de evacuación y aumentar la exposición de las personas al humo y al calor, lo que supone un peligro significativo para la vida humana.

Otro aspecto crítico son los sistemas de climatización, que están presentes en toda la terminal y actúan como un punto de riesgo adicional. La acumulación de polvo en los conductos, el sobrecalentamiento de los motores o fallos técnicos pueden convertirse en fuentes de ignición que propaguen rápidamente el incendio a través de estas instalaciones.

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Para mitigar estos riesgos, la instalación de cortinas cortafuegos en terminales de pasajeros es una medida clave. En aeropuertos de nueva construcción o recientemente renovados, las cortinas cortafuegos pueden alcanzar dimensiones considerables debido al diseño más diáfano y moderno de las infraestructuras. Esto implica que la instalación debe ser meticulosamente planificada, ya que estas cortinas requieren pruebas previas en taller para verificar su funcionamiento bajo los parámetros establecidos en los ensayos oficiales. 

Áreas técnicas

Las áreas técnicas, como los centros de control de tráfico aéreo y las salas de servidores, son el núcleo operativo del aeropuerto. En estos espacios se concentran equipos electrónicos críticos, incluidos sistemas de comunicación, generadores y servidores, que son extremadamente sensibles al fuego y al humo.

Aunque ambas áreas se engloban bajo la categoría de “técnicas”, presentan diferencias significativas en términos de ocupación, configuración y facilidad de evacuación. Los centros de control de tráfico aéreo, por ejemplo, suelen ser espacios más abiertos, con personal altamente especializado trabajando en turnos continuos. Estos espacios priorizan la operatividad constante, por lo que cualquier incidente, como un incendio o una acumulación de humo, puede interrumpir no solo las operaciones internas del aeropuerto, sino también las de las aeronaves en el aire, afectando directamente a la seguridad de los pasajeros y las tripulaciones. La evacuación de estos espacios, aunque es posible, debe ser cuidadosamente planificada para evitar el colapso de las operaciones.

Por otro lado, las salas de servidores tienen una configuración completamente distinta. Son áreas cerradas con una alta concentración de equipos electrónicos sensibles al calor y al humo, pero con poca o ninguna ocupación humana constante. El principal desafío en estos espacios no es tanto la evacuación de personas, sino la contención rápida de incendios para evitar la pérdida de datos críticos o la interrupción de los sistemas de comunicación del aeropuerto. Además, el diseño de estas salas requiere soluciones específicas como cortinas cortafuegos fijas que puedan desplegarse rápidamente sin comprometer el acceso a los equipos técnicos durante su mantenimiento.

Para garantizar la seguridad en estas áreas, la sectorización debe considerar la contención del fuego y la minimización del impacto sobre la infraestructura crítica. En la mayoría de los casos, las cortinas cortafuegos son obligatorias en estas áreas, mientras que las cortinas cortahumos pueden requerirse en función del diseño del sistema de ventilación y la normativa vigente. En centros de control de tráfico aéreo, las soluciones de sectorización deben estar diseñadas para activarse sin obstruir la visibilidad ni comprometer la accesibilidad del personal operativo, asegurando una evacuación controlada si fuera necesario.

Hangares de mantenimiento

Los hangares son espacios diseñados para llevar a cabo operaciones técnicas y de mantenimiento en aeronaves. Estas áreas combinan el uso intensivo de combustibles, lubricantes y maquinaria pesada, lo que las convierte en uno de los entornos con mayor riesgo de incendio dentro de un aeropuerto.

Generalmente, los hangares se encuentran ubicados en zonas periféricas del aeropuerto, alejados de las terminales de pasajeros y pistas principales, para minimizar el impacto de cualquier incidente en las operaciones generales. Estos espacios suelen ser amplios y diáfanos, con techos elevados para acomodar aeronaves de gran tamaño y maquinaria especializada. Su diseño, sin embargo, presenta desafíos importantes en la prevención de incendios, ya que las grandes dimensiones y la distribución abierta pueden facilitar la propagación rápida del fuego y del humo si no se cuenta con una sectorización adecuada.

Las plataformas de carga y las zonas de abastecimiento de combustible dentro de los hangares representan puntos críticos. Derrames accidentales de queroseno o fugas de productos químicos pueden generar atmósferas inflamables que, en contacto con una chispa, podrían desencadenar incendios o explosiones de gran magnitud. Además, la presencia de maquinaria pesada y estructuras metálicas dificulta la evacuación rápida del personal, así como el acceso de los equipos de emergencia en caso de un incidente.

A diferencia de las terminales de pasajeros y las áreas técnicas, en los hangares es más común la instalación de cortinas cortahumos, ya que estas juegan un papel clave en la contención de gases y la visibilidad en caso de incendio. Dado que estos espacios no están diseñados para el tránsito constante de pasajeros, las barreras fijas de control de humos son la solución más efectiva, ya que permiten contener el humo en depósitos específicos, facilitando la evacuación y la intervención de los equipos de emergencia.

La instalación de estas barreras debe tener en cuenta la disposición de los sistemas de ventilación y extracción de humos, garantizando su integración con los sistemas activos de protección contra incendios. En hangares de gran tamaño, la sectorización debe planificarse con base en cálculos estructurales precisos para evitar interferencias con el movimiento de aeronaves y el acceso del personal técnico.

¿Qué es la sectorización y por qué es esencial en los aeropuertos?

La sectorización contra incendios es una técnica de protección pasiva que se utiliza para limitar la propagación del fuego y el humo en infraestructuras críticas como los aeropuertos. Consiste en dividir los espacios en sectores independientes mediante barreras físicas, como cortinas cortafuegos y barreras de humo, con el objetivo de contener un incendio en su lugar de origen y minimizar el impacto del mismo. Es importante destacar, como ya se ha comentado previamente, que la sectorización debe adaptarse a la normativa vigente en cada país, ya que los Building Codes pueden determinar requisitos específicos sobre la instalación de barreras de contención. No todas las áreas requieren el mismo tipo de cortina, ni todas las soluciones son igualmente aplicables en los distintos espacios de un aeropuerto. En algunos casos, las cortinas cortafuegos pueden ser obligatorias, mientras que en otros, las barreras de humo pueden ser la solución más adecuada en función del diseño arquitectónico y operativo del aeropuerto

Ingeniería contra incendios

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Detalles del producto

Ventajas de las soluciones de Tecnitex en los aeropuertos

Las cortinas cortafuegos y barreras de humo de Tecnitex están diseñadas para cumplir con las exigencias y características de los aeropuertos, ofreciendo soluciones que combinan funcionalidad, seguridad y estética. Su diseño flexible permite adaptarlas a cualquier configuración arquitectónica, facilitando su integración en proyectos complejos o singulares. Además, su discreción asegura que permanezcan invisibles hasta el momento de su activación, lo que protege la estética y el flujo natural de los espacios.

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Una de sus grandes ventajas es que permiten sectorizar sin pérdida de espacio útil, a diferencia de los muros cortafuegos tradicionales que ocupan metros cuadrados valiosos. La ligereza de las cortinas, fabricadas con tejidos técnicos como la fibra de vidrio, no solo minimiza las cargas estructurales del edificio, sino que también permite a los arquitectos eliminar muros cortafuegos no portantes y otros elementos, facilitando la creación de espacios más abiertos y versátiles.

La gama de productos de Tecnitex se rige bajo las normativas del sector. En el caso de las cortinas cortafuegos, cumplen con la EN 1634-1, mientras que las barreras de humo están certificadas según la UNE EN 13501-1 clasificación A2 s1 d0. Además, estas soluciones han sido probadas para superar más de 1.000 ciclos de funcionamiento y ofrecen una impermeabilidad al humo bajo presión de 25 Pa (0,003 m³/h), garantizando la máxima seguridad en situaciones críticas.

Si tienes un nuevo proyecto aeroportuario, y quieres saber más sobre las soluciones de sectorización, no dudes en contactar con nosotros.