
Sectorización en campus universitarios: diseño seguro para entornos dinámicos
Los campus universitarios constituyen entornos con alta densidad de ocupación y una notable diversidad funcional: zonas docentes, espacios de investigación, áreas deportivas, bibliotecas, residencias… Cada una con requerimientos específicos en cuanto a uso, evacuación y seguridad. Esta variedad hace que la protección pasiva contra incendios deba abordarse con soluciones que garanticen la integridad del edificio sin comprometer la operativa ni la flexibilidad arquitectónica.
A lo largo de este artículo abordaremos el papel de la sectorización como medida clave para limitar la propagación del fuego y los humos en este tipo de instalaciones. Analizaremos qué espacios requieren especial atención y cómo las cortinas cortafuegos y las barreras de control de humos permiten cumplir con los requisitos normativos sin renunciar a la funcionalidad del diseño.
¿Por qué es interesante la sectorización en campus universitarios?
La sectorización es una medida de protección pasiva que consiste en dividir un edificio en sectores independientes mediante elementos constructivos o sistemas certificados con resistencia al fuego. Su objetivo es contener la propagación del incendio dentro de un volumen limitado durante un tiempo determinado, protegiendo así al resto del edificio, facilitando la evacuación de los ocupantes y permitiendo la intervención de los servicios de emergencia en condiciones controladas.
En el diseño de un sistema de protección pasiva para un entorno universitario, la sectorización resulta especialmente eficaz cuando se requieren soluciones que combinen compartimentación con una mínima interferencia arquitectónica. A diferencia de los edificios de uso exclusivo, los campus combinan ocupaciones múltiples con flujos de evacuación complejos y estructuras constructivas cada vez más abiertas. Este cruce de variables dificulta el uso de soluciones tradicionales (tabiquería RF o puertas cortafuegos) y obliga a plantear sistemas capaces de activarse en condiciones de incendio, pero permanecer ocultos o inactivos el resto del tiempo, como las cortinas cortafuegos y las barreras de control de humos.

¿Cuáles son los espacios de mayor riesgo en una universidad?
Desde el punto de vista de la protección contra incendios, no todos los recintos de un campus presentan el mismo nivel de riesgo. Existen zonas con condiciones especialmente críticas por la combinación de factores como la carga térmica, la dificultad de evacuación, la concentración de equipos sensibles o la probabilidad de ignición. Identificarlas con precisión es clave para diseñar una estrategia de sectorización eficaz y compatible con los usos previstos.
Nuestras soluciones
Cortina cortafuegos MFB EW-120
Cortina cortafuegos MFB EW-120
Detalles del productoLaboratorios de investigación y docencia
Los laboratorios son, sin duda, uno de los espacios de mayor riesgo en un campus universitario. En ellos confluyen múltiples factores críticos: manipulación de sustancias inflamables, presencia de atmósferas potencialmente explosivas, equipos que generan calor o electricidad, instalaciones de ventilación forzada y una densidad de cableado e instrumentación muy superior a la de otros recintos. A esto se suma una configuración espacial que, en muchos casos, privilegia la continuidad entre salas o zonas de trabajo abiertas.
Desde el punto de vista de la protección pasiva, es esencial que estos espacios queden claramente sectorizados respecto al resto del edificio, especialmente en su conexión con pasillos, zonas comunes o accesos verticales. En este contexto, las cortinas cortafuegos se presentan como una solución ideal para garantizar la seguridad sin comprometer la operativa del espacio. Gracias a su diseño retráctil, se activan exclusivamente en caso de alarma, permitiendo su integración oculta en falsos techos o dinteles y manteniendo la flexibilidad y funcionalidad del espacio para el trabajo diario.
En entornos donde el riesgo de acumulación de gases calientes es elevado, la instalación complementaria de barreras textiles de control de humos es especialmente recomendable. Estos sistemas pueden combinarse con sistemas de extracción forzada o presurización de emergencia, manteniendo la estratificación del humo bajo control y protegiendo las vías de evacuación.
Bibliotecas, archivos y depósitos documentales
Las bibliotecas universitarias, los archivos y los depósitos documentales representan uno de los escenarios con mayor carga de fuego en un campus. A la acumulación de papel, mobiliario, textiles y elementos constructivos combustibles se suma, en muchos casos, estructuras diáfanas que priorizan el acceso y la continuidad espacial. Todo ello favorece un desarrollo térmico rápido y con elevada producción de humo, especialmente peligroso en entornos donde la evacuación puede ser lenta o compleja. Desde el punto de vista constructivo, estos espacios pueden estar ubicados en edificios independientes o, en otros casos, en niveles inferiores o semienterrados del edificio principal. Esta última condición —muy habitual en archivos— implica peores condiciones de ventilación natural, mayor dificultad de extracción de humos y una posible propagación vertical del fuego, lo que puede poner en peligro áreas superiores del edificio si no se implementan medidas adecuadas de sectorización.
La sectorización es fundamental para mitigar el riesgo de propagación vertical, ya que permite evitar que el fuego y el humo asciendan de un nivel a otro, comprometiendo la seguridad en las plantas superiores y las rutas de evacuación. Al dividir el espacio en sectores bien definidos, no solo se limita el desarrollo del fuego, sino que también se controla el movimiento de los humos, un factor clave que puede afectar la evacuación y la seguridad de los ocupantes.
Salas técnicas y centros de datos
Las salas técnicas —que incluyen cuartos eléctricos, centros de proceso de datos (CPD), racks de telecomunicaciones y espacios de control— son infraestructuras críticas en la mayoría de edificios y, por ende, presentes también en cualquier campus universitario. La interrupción de su operativa puede paralizar sistemas de climatización, redes, seguridad, acceso, o incluso el funcionamiento de laboratorios e instalaciones docentes. Aunque en general no presentan una carga térmica elevada en términos constructivos, sí son extremadamente sensibles a la presencia de humo, gases calientes o partículas en suspensión.
Uno de los principales riesgos en este tipo de recintos es la propagación de humo a través de pasos de instalaciones, falsos suelos técnicos o conducciones compartidas. A menudo, estas salas están ubicadas en sótanos o zonas interiores del edificio, sin evacuación natural ni acceso directo al exterior, lo que incrementa la dificultad de extracción de humos y la necesidad de un control estricto del sector.
La sectorización en este tipo de espacios es esencial para controlar el riesgo de propagación de humo y fuego a otras zonas del edificio, asegurando que los sistemas vitales para la operación del campus no se vean comprometidos. En este tipo de entornos, donde pueden producirse cortes en el suministro eléctrico, es especialmente relevante contar con sistemas que garanticen su funcionamiento autónomo. Todas las cortinas de Tecnitex —ya sean cortafuegos o de control de humos— están equipadas con el sistema Gravity Fail Safe (GFS), que asegura su despliegue incluso ante fallos de alimentación eléctrica. Este sistema es clave en recintos técnicos donde una pérdida de corriente no solo representa un fallo energético, sino un riesgo directo para la continuidad operativa del edificio.
Espacios de gran aforo o difícil evacuación
En los campus universitarios, recintos como auditorios, aulas magnas, cafeterías, instalaciones deportivas o espacios multifuncionales presentan un riesgo característico: una alta concentración de personas combinada con tiempos de evacuación más prolongados. A esto se suma que, en muchos casos, estos espacios se diseñan como volúmenes abiertos, con dobles alturas, graderíos o conexiones directas con otras zonas del edificio, lo que complica la sectorización y favorece la propagación de humo en caso de incendio.
El riesgo principal no siempre está relacionado con la carga de fuego en sí, sino con las condiciones de habitabilidad que deben mantenerse durante el tiempo necesario para evacuar a todos los ocupantes: una temperatura controlada, visibilidad suficiente y la ausencia de gases tóxicos en las vías de salida. En este tipo de espacios, una propagación rápida del humo puede inutilizar escaleras, pasillos o salidas antes de que se complete la evacuación, incluso en fuegos de baja carga térmica.
Además de la propagación del humo, existen otros riesgos asociados a cargas de fuego significativas en estos grandes espacios, como las que se encuentran en las cafeterías o zonas de cocina, donde es común implementar la sectorización para aislar áreas de riesgo elevado. La sectorización mediante cortinas cortafuegos es crucial en estos entornos, ya que no solo ayuda a controlar la propagación de humo, sino también a contener el fuego en zonas críticas, garantizando que el incendio no se propague a otras áreas del edificio mientras se lleva a cabo la evacuación de los ocupantes. Esta capacidad de contención resulta determinante para evitar la expansión del fuego más allá del foco inicial, especialmente en espacios abiertos y de gran aforo donde una ignición descontrolada podría comprometer la estructura del edificio y la seguridad general del campus.
Ventajas de las cortinas cortafuegos y de humo en campus universitarios
Las cortinas cortafuegos y las barreras de control de humos de Tecnitex están diseñadas con un enfoque en la funcionalidad, la estética y la adaptabilidad, respondiendo a las condiciones específicas de los entornos universitarios. Su diseño versátil permite integrarlas perfectamente en una variedad de espacios, como edificios docentes, bibliotecas, laboratorios o auditorios, sin alterar la operatividad de los recintos ni comprometer la estética arquitectónica.
Gracias a su carácter retráctil, estas soluciones permanecen ocultas durante el uso habitual del edificio, activándose únicamente en caso de incendio. Este diseño no solo asegura la protección pasiva contra incendios, sino que también mantiene la fluidez visual y funcional de zonas de paso, dobles alturas o atrios comunes, garantizando que la seguridad no interfiera con la funcionalidad ni la estética del espacio.
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Además, una de las ventajas operativas más relevantes de estas soluciones es su capacidad para compartimentar sin pérdida de superficie útil. En campus donde cada metro cuadrado tiene un uso definido —como laboratorios, bibliotecas o zonas comunes—, esta cualidad permite mantener la funcionalidad del espacio sin necesidad de muros fijos ni elementos constructivos intrusivos. Las cortinas Tecnitex están fabricadas con tejidos técnicos de altas prestaciones, como la fibra de vidrio con recubrimientos especiales, lo que les confiere ligereza, resistencia y durabilidad. Gracias a ello, no añaden carga estructural significativa y pueden instalarse fácilmente tanto en obra nueva como en rehabilitación, incluso en estructuras existentes con capacidad portante limitada.

Toda la gama de productos Tecnitex está certificada conforme a las normativas europeas aplicables. Las cortinas cortafuegos cumplen con la norma EN 1634-1 en sus distintas configuraciones de resistencia, mientras que las barreras de humos están ensayadas según EN 12101-1 y clasificadas A2-s1,d0 según la norma UNE EN 13501-1. Estas soluciones han sido probadas con más de 1.000 ciclos de funcionamiento y garantizan una estanqueidad al humo de hasta 25 Pa (con una tasa de fuga inferior a 0,003 m³/h), lo que las convierte en una herramienta técnica fiable y segura en situaciones críticas de evacuación y control de incendio.
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